NUTRIA
La nutria es uno de los mustélidos más fácilmente reconocibles y populares. Su alargado cuerpo está rematado por una gran cola cónica (algo comprimida dorsoventralmente) ancha en su base, pero reduciéndose gradualmente hacia su extremo, y su largo cuello por una cabeza amplia y aplanada donde se sitúan unos ojos y orejas muy discretos. En el hocico destacan unas largas y abundantes vibrisas o barbas. Las extremidades son cortas y robustas y están provistas de membranas interdigitales. Su pelaje, muy apretado y con densa borra interior, presenta una tonalidad pardo oscura general por todo el cuerpo, pero blanquecina en el cuello y vientre.
Especie ligada totalmente al medio acuático ocupa todo tipo de ríos y arroyos, embalses, lagunas y tablas, siempre con un nivel óptimo de salubridad de sus aguas y abundancia de fauna pisc~'cola. Inicia su actividad al crepúsculo y la desarrolla durante gran parte de la noche. Su anatom~'a está integramente adaptada al buceo y persecución de los peces, imprimiendo gran velocidad a su movimiento grac as al impulso de sus extremidades y a la repetida flexión dorsoventral de su cuerpo y cola. Dedica especial atención a la lubricación de su pelaje, valiéndose de la secreción de unas glándulas untuosas especificas para impermeabilizarlo y of recer la menor resistencia al agua.
Al ralentizar su contracción cardíaca logra permanecer fácilmente de tres a cinco minutos bajo el agua. Consume su alimento normalmente fuera del agua, donde adopta con frecuencia una postura erguida apoyándose sobre su cola para escrutar el entorno. No es excavadora, pero aprovecha eficazmente cavidades naturales con entrada subacuática, grandes acúmulos de vegetación, etc. donde instala su madriguera. Muy territorial, la nutria deposita sus excrementos en lugares visibles de modo que pueda advertir a congéneres competidores de la legitimidad de su propiedad . Su dieta alimenticia se basa, en un alto porcentaje, en peces, si bien se aprovecha frecuentemente de la mas fácil captura de cangrejos de río, anfibios, huevos y crias de aves, ratas de agua, etcétera.
Las nutrias entran en celo prácticamente e cualquier época del aho, resultando, consecuentemente, también irregular el calendario de los partos, aunque éstos no escasean en primavera. Las dos o tres cr~'as nacidas (ciegas y sin dientes) pasan un primer per~'odo de lactancia de unos dos meses, iniciando después un sistemático aprendizaje de las técnicas de buceo y pes a cargo de la madre. Al aho de edad abandonan el territorio materno, vagabundeando a la espera de su madurez sexual y a la inclinación a fijar su propio territorio, que les sobrevendrá sobre los dos años.
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